Tu Globalista: Lo que sucede en el mundo.

Hola Abue Nena, aquí tu nieto escribiéndote esta carta.

Ya te me fuiste, y la verdad que entre que el covid, y entre que me sustraigo a mi mundo de las ideas, se me fue el tiempo y ya no te vi en estos últimos días, yo creo en el fondo fue el negarme a ver como te estabas yendo de a poquito, y siempre nos acostumbraste a estar muy bien, como un roble, un gran roble sonriente, platicador y muy cantor.

Me agarraste tal cual dando clases, y no pude más que seguir haciendo algo en tu honor, algo a lo que le doy mucha pasión y me encanta hacer a pesar de los pesares, como tú, que siempre te gustó cantar, a pesar siempre de los pesares.

Estuviste siempre cantando, todo el tiempo, y te aventaste hasta hacer un disco con tus amigas de canto. Corazones alegres.

Asi, siempre te traeré conmigo como un corazón alegre, llena de vida, llena de eso, alegría infinita, con unas ganas intensas de seguir viviendo, 99 años se dicen fácil. Pero se requiere much alegría de vivir, hoy, no quisiera llorarte, porque lo que más te debemos es tu alegría.

Te fuiste pero nos dejaste en este mero día un gran perfume lleno de petricor por lo largo y ancho de la ciudad. Siempre te regalaste, y siempre estuviste ahí, no solo para mis tías y tíos, sino para el interminable chamaquerío que siempre circuló por tu casa.

Cantidad de nietos, bisnietos y tataranietos que disfrutaste, y a los que muchos te tocó lidiar con ellos. Para algunos fuiste más que la abue Nena, fuiste su segunda madre, llena siempre de abundancia.

Eres ese gran roble en el que todos, absolutamente todos buscamos tu sombra, donde nos refugiamos como pequeños pajaritos. Ahí estuviste siempre para todos.

Ahora, no me queda mas que seguir tu ejemplo, tal vez no cantar, pero continuar haciendo lo que me gusta hacer, lo que me da esas ganas de seguir sonriendo a la vida. Fuiste como siempre un regalo para todos, un ejemplo de vida, de alegría.

Siempre, como dice la canción, llevaré tu sonrisa como bandera, al sonreir, siempre será una forma de saludarte, y de recordar que en mi sonrisa está la tuya.

Te quiere tu nieto, ese que siempre anda metido en los libros.

Un beso.