La Clasificación Integrada de Fases de Seguridad Alimentaria (IPC por sus siglas en inglés) es una iniciativa fondeada por diferentes agencias internacionales como UKAid, USAID, Unión Europea, Save the Children, UNDP, OXFAM, UNICEF, WHO, Banco Mundial, entre muchas otras, dedicada, de acuerdo a sus objetivos, a proveer bajo un análisis riguroso basado en evidencia sobre la existencia de inseguridad alimentaria, así como inseguridad alimentaria crónica, y malnutrición en regiones y países. Todo, de acuerdo con estándares científicamente reconocidos.
El IPC fue creado primeramente para atender los problemas de malnutrición en Somalia en el 2004. Con esa experiencia desde hace más de quince años, aporta reportes basados en estándares científicos sobre el estado de seguridad alimentaria en diferentes países, para poder ayudar en modelos de colaboración y contrarrestar los problemas por la malnutrición.
De acuerdo con su clasificación dada por el IPC, la hambruna existe en zonas donde por lo menos uno de cada cinco hogares tiene o puede enfrentar una situación extrema de privación de alimentos. En donde el hambre, muerte indigencia y niveles críticos de desnutrición aguda son o se hacen evidentes, existe una motralidad significativa atribuible a la hambruna absoluta o a la interacción de desnutrición y enfermedades, y que está ocurriendo o puede que probablemente ocurrirá.
El IPC clasifica la hambruna basada en evidencia, por lo que su determinación es la fase de la hambruna con evidencia sólida, o con evidencia razonable. Las últimas veces en que se llevaron a cabo determinaciones sobre evidencia razonable fueron en Somalia, Nigeria, Sudán del Sur. Cuando una clasificación llega a la fase 5 es una catástrofe. Existe una cantidad substancial de muertes que han ocurrido por la falta de consumo de comida, o por causas de interacción de comida inadecuada y enfermedades. La fase 4 es cuando existe una situación severa y es necesaria la asistencia urgente.
De acuerdo con los últimos reportes, los países que enfrentan hambruna son Madagascar, la República Democrática del Congo, Chad, Yemen, Somalia, Timor-Leste, Haití, y la Palestian en la Franja de Gaza.
Según el IPC, en Gaza más de un millón de personas enfrenta hambruna estando la gran mayoría en fase cuatro, y que probablemente la fase 5 se consolida en mayo del 2024. El IPC considera que el cese de hostilidades y un acceso sustancial a la provisión de suministros y servicios esenciales podrían ayudar a resolver la problemática, pero señala que esto no ha sido posible. Ya que las condiciones para prevenir la hambruna no han sido cumplidas.
Sigue señalando el IPC que el conflicto y el casi incompleto acceso a Gaza por parte de organizaciones humanitarias conlleva un aumento en las vulnerabilidades de las personas, ya que no existe acceso a comida, así como el acceso y utilización de hospitales, agua y sanitización. Sigue añadiendo el reporte del IPC que la devastación por las hostilidades es fuera de descripción, lo que ha forzado a más de 1.9 millones de personas a huir, lo que constituye el 85% de la población en Gaza. Si quieres leer a detalle el reporte da click aquí.
El reporte del IPC concluye que con cada día que se sume se aumentará el riesgo de una hambruna generalizada.







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