De la idea a la acción

El tener muchas ideas creativas no es malo, tampoco es del tanto positivo, lo difícil de una idea no es que se le ocurran a uno, lo difícil es llevarlas a cabo, pasar de la idea a la acción, ejecución, concreción y crecimiento de esa idea, he estado leyendo el libro “Making Ideas Happen” de Scott Belsky, fundador y CEO de Behance, un portal de internet hecho por y para freelancers de múltiples categorías.

Es interesante ver como el idear y el hacer no son una pareja que van tanto de la mano, y para poder llevar a la idea a la realidad siempre existen múltiples factores tanto personales como exteriores que no dejan las cosas fluir, pero de todo esto, lo que puedo rescatar es lo siguiente: tener siempre la tendencia a hacer.

El hacer las cosas lo más rápido posible puede ayudar a dos cosas muy importantes, sobre todo en el mundo de los negocios, el “lean startup” empezar con los materiales que se tengan con las restricciones de tiempo y de dinero que se tengan, empezar, hacer, con un prototipo de lo más barato posible, lo que te lleva a saber si la idea tiene posibilidad de sobrevivir, o si la idea, la podemos guardar para mejores tiempos, es decir, tener siempre una disposición en el accionar sin esperar los tiempos perfectos, ayuda.

Sin embargo, para poder hacer esto, debes de tener un plan organizacional muy eficiente, para ello Belsky propone siempre que todo lo veas como un proyecto, independiente si es personal o profesional, cada idea que tengas, tendrá que forzosamente estar regida bajo la óptica de un proyecto, para lo que tendrás que decidir que haces con esas ideas.

Lo que propone es identificar de las ideas, cuáles son las que necesitan ejecutarse y dividirse en pasos, otras ideas que sirven de referencia y por último ideas que en este momento no se pueden ejecutar (backburner items). Una vez hecho esto los pasas a tu bandeja de entrada, ya sea física o electrónica, dicha bandeja la filtras con miras a tus proyectos actuales.

Si son ideas que necesitan ejecutarse estas debes decidir si se completan ahora, o si las pones dentro de algún proyecto que tengas, para darle seguimiento a través del tiempo, con la idea de ir cumpliendo cada uno de los pasos propuestos.

Si son ideas de referencia, puede que se acumulen por lo que primero tienes que pensar si las desechas o te las quedas, lo mejor es desechar lo más posible, para en realidad quedarte con lo que más vale la pena, después, una vez que decides quedártelas debes decidir si forman parte de algún proyecto tuyo o si por el contrario, lo pones en algún tipo de archivo, para futuras consultas.

Los backburner items, son ideas que todavía no han madurado o todavía no se pueden llevar a cabo por diferentes cuestiones, por lo que se les puede dejar como proyectos en puerta una vez terminado los anteriores proyectos, o guardarlos como ideas futuras que deberán desarrollarse.

El arte de todo esto está en saber, qué es lo que debo de hacer con las ideas y con los proyectos que se me presentan, cuáles son los que debo ejecutar y cuáles son los pasos para conseguirlo, y cuáles son proyectos que todavía necesitan madurar. En fin, este libro de Making Ideas Happen, lo recomiendo muchísimo para todos los creativos y emprendedores, sobre todo aquellos que tienen muchas ideas pero tienen problemas en llevarlas a cabo.

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